Mis parecidos

Bueno, como mi mamá se aburría esta mañana, bueno, no sé como es eso posible estando siempre liada conmigo, supongo que aprovecharía un instante en el que estuviera durmiendo; ha aprovechado y ha buscado mis parecidos con famosas, y he aquí el resultado. Si al final resultará que seré una gran supermodelo xDDDDDDDD

Vamonos de Boda

Tras la gran experiencia de subir en avión, llegamos a Sevilla para asistir a la boda de los amigos de mis padres Enrique y Olga. Llegamos el viernes a primera hora de la mañana, nos fuimos al hostal a dejar todas las maletas. Tras desayunar fuimos a inspeccionar la zona en búsqueda de la iglesia. Una vez encontrada nos runimos con Enrique y su pequeño gran perro. Luego nos encontramos fugazmente con Olga y marchamos hacia la estación de Santa Justa en búsqueda de Miguel y Ana. Comimos, y llené a mi mamá de caca.... yo no tengo la culpa si se me movió el pañal... Así que le tuvieron que dejar una camiseta hasta llegar al hostal. Tras llegar el resto de amigos, murcianos y madrileños nos fuimos a cenar con el novio, la pobre novia seguía liada con los últimos preparativos para el día siguiente. Mucha gente, mucho ruido en el restaurante chino; aún así, yo me tomé mi biberón y me puse a dormir, ¿que se creen que me van a molestar? Y luego a dormir, bueno mis padres, que yo llevaba rato haciendolo.
Por lo que me comentaron mis padres la boda estuvo bastante bien, durante la ceremonia permanecí atenta e incluso hice alguna intervención, pero no le debió gustar a mi padre porque me sacó de la iglesia. Tras subir al autobús y pedir mi biberón decidí que mejor dormir un rato si quería aguantar la juerga de la noche. Cuando me desperté parece ser que mis padres habían ya tomado los canapés y tras una crema de maricos, estaban ya por el segundo plato. Así que les pedí un poco, pero únicamente me dieron biberon, aún así estaba bueno. Ya despierta oí que el equipo de sonido empezaba a preparar la música, por el cual decidí no volver a dormirme. Ahí si que triunfé, estuve bailando todo el rato con mi papi, y siendo la atención de todo el que pasaba... ¿cuánto tiempo tiene? era la pregunta que más le hacían a mi padre. Tras casi dos horas de bailoteo, decidí que ya era hora de salir, la juerga estaba muy bien pero había que descansar algo, así que le dí un toque de atención a mis padres para marchar fuera del infernal ruido. Estuvimos un rato fuera tomando el fresco y hablando con los amigos. Cuando llegó el autobús nos despedimos fugazmente y marchamos junto con Ana y Miguel rumbo a Sevilla. Mientras ellos cenaban yo intentaba dormir. La mañana siguiente marchamos con las primeras luces rumbo a Barcelona, había sido un gran fin de semana.

Cosas de Familia

Desde bien chiquita me ha gustado morderme el puño, mis manitas siempre han estado cerca de mi boca, ya en la barriga de mi mami estaba con ellas siempre pegadas a la cara. En alguna que otra ocasión he tanteado el sabor de todos los dedos, y definitivamente, me gusta como sabe el dedo gordo. Mi mamá dice que es cosa de familia, pues varios de mis tíos se chupaban el dedo de bien chiquitos, así como mi madrina. Por si alguien no se cree que con cerca de tres meses sea capaz de tal proeza, ahí os dejo el testigo visual que me hizo mi madre. Seguro que al pediatra no le hace gracia, pero anda que no me distraigo...

Estreno Galería de Imagenes

Bueno, dado que mis padres y mi abuela no hacen más que echarme fotitos, mi madre ha decido cederme su espacio abandonado para inaugurar mi primera galería de imagenes virtual. Así pues sin más dilación os paso a presentar:

http://biblioteca.spaces.live.com/

Espero que os guste lo guapa que salgo en las fotos :)

De visita al hospital

A pesar de ser los hospitales un lugar poco apropiado para los bebés, salvo cuando lo visitan en su llegada a este mundo, podría decir que ya me conozco la cafetería del Hospital San Agustín de Avilés como la palma de mi mano. Y aunque a ninguno nos gustaba estar allí, pues siempre es mejor íncluso estar haciendo cola en la caja de cualquier supermercado masificado, la necesidad te hace estar donde sea. El pasado sábado día 8 de septiembre nos llamó mi abuelo desde Asturias, mi mamá veía tranquilamente la televisión aprovechando que yo dormía y mi papá andaba por el ordenador. Algo ocurría pues mi papá tal como empezó a hablar apagó la tele a mamá y no hacía más que andar por toda la casa sin rumbo fijo hablando con voz preocupada, acto seguido empezó a hablar de mi con alguien que parecia no conocerme. Tal como colgó el telefono informó a mamá que mi abuela estaba ingresada en el hospital con pérdida de memoria. Por lo visto se levantó esa mañana, se fue a la peluquería y al volver no recordaba que a mediodía tuviera una boda ni que yo hubiese nacido ni que mi mamá hubiera estado embarazada amén de muchas otras cosas. Tal como terminó la explicación mamá comenzó a preparar mi maleta mientras papá me sujetaba sentado en el sofá sin poder dar crédito a lo que había sucedido. Yo, no muy consciente de lo que sucedía exigía mi ración de comida, así que mi madre me dió de comer mientras hablaban de como planificarlo todo para ir a Asturias. ¿Será mejor ir hoy, mañana? Papá determinó esperar a saber más del estado de salud de la yaya Carmen antes de decidir, pero el plan de salir al día siguiente se veía cada vez más claro, principalmente porque necesitaban comprarme un colchon para la cuna de viaje y un termo para prepararme mis bibes en el camino. Supongo que los nervios del día se me acabaron contagiando pues me costó dormirme esa noche. Mamá estuvo organizando maletas, guardando la cuna, haciendo comida para el viaje y unas cuantas cosas más mientras papá descansaba un poco para calmar los nervios. Como siempre me despierto tempranito mis papis confiaron en mi para la tarea de despertarles para el viaje, papá había dormido muy poco y ya estaba despierto cuando comencé con mi llantina despertina. Así que no tardaron en darme el biberón, y en preparar el resto de cosas necesarias para el viaje.

A las 9:30 comenzabamos un largo viaje hacia tierras norteñas, ya ibamos algo más tranquilos pues la tarde del sábado papá hablo con la abuela y ya recordaba más cositas, de mi se acordaba, cosa que les alivió mucho. Sobre las 12:00 hicimos la primera parada, que aunque aproveché yo en su mayoría para dormir a última hora me entró el hambre y decidí que ya era hora del bibe. Un paseo con papi mientras mamá repostaba gasolina, vuelta a la carretera y nuevamente a dormir. No me desperté hasta llegar a Logroño, mientras mi mamá me cambiaba el pañal, así que ya que estaba despierta que menos que pedir nuevamente de comer. Después deje que lo hicieran ellos y tras un nuevo paseito y comprar algo para la yaya, vuelta al coche. La siguiente, y última parada la hicimos ya en Asturias apremiados por mi llanto, eran las 18:45 y el hambre se hacía presente. Mis padres sufrieron un poquitín hasta llegar al área de servicio. Al salir del coche se hizo notar el aire astur pues mi madre tras sufrir un repentino frío, decidió abrigarme. Así que nuevo cambio de pañal y cambio de ropita por una de manga larga que hiciera que mi abuela me viese guapa. Tras haber comido y ya estando cambiada, mi madre fue nuevamente a repostar mientras mi padre procuraba calmar mi tremenda llantina, la verdad es que el aire astur cuando te acostumbras gusta, pero así de sopetón, impresiona.

Pasadas las 20:30 llegamos al hospital, para ir rápidos mis padres me metieron en mi mochilita y corriendo para ver a la yaya. Con las prisas se dejaron hasta el regalo que le habíamos comprado, ya se lo daríamos en otro momento. Estabamos los tres en la entrada del hospital cuando los nervios por la espera surgieron en forma de llanto. Mis padres no conseguían calmarlo, este sólo menguó cuando sentí los brazos de mi abuela y sus calurosos abrazos. Ambas con lágrimas en los ojos y cada vez más contentas por estar nuevamente juntas hicieron que volviera a dormir. Ya desperté en casa de mis abuelos impaciente por tomar mi biberon. Tras la toma y la cena de mis padres, marchamos todos a dormir pues estabamos agotados del viaje.

Los días posteriores fui junto con mis papis al hospital puntualmente para que pudieramos ver a mi abuela. La mayoría del tiempo me la pasé con mami durmiendo en la cafetería mientras ella leía "Alicia através del espejo". Pude ver a mi abuela, aunque poco, porque al ser tan pequeña no me dejaban subir a planta, así que era ella quien tenía que escaparse de la habitación para poder verme. Conocí también a mucha familia de mi papi, todos me cogian y hablaban, me sentí muy importante. El miércoles era el último día que iba a poder ver a mi abuela, por suerte pudo estar conmigo casi toda la tarde en cafetería pues ya no tenía ninguna prueba pendiente ese día. Me quedé dormida en sus brazos, aunque de vez en cuando me despertaba para ver si conseguía que me adelantaran la hora de la cena. Cuando porfín me la dieron la yaya se tenía que ir pues a ella también se la iban a dar, así que me quedé con mami cenando a la espera de que bajara papá. Lo hizo nuevamente con mis abuelos y nos despedimos con un gran abrazo a la espera de volvernos a ver en un par de semanas.

Vacaciones en familia

A día de hoy Alicia ya cuenta con 17 días de existencia y un sinfín de experiencias. Tras pasar varios días en casa tras la salida del hospital e intentar adecuarnos los unos a los otros, sin la intervención de las enfermeras, fuimos a recoger a los recién estrenados abuelos llegados de tierras norteñas y nos dirigimos hacia Tarragona para pasar las primeras minivacaciones en familia. Es decir Alicia, nosotros dos, nuestros respectivos padres y algún que otro familiar que se dejó caer un día u otro para conocer a la recién nacida; veáse primos, tíos, bisabuelos y amigos varios.

Parece ser que a Alicia le gusta el jolgorio y los ruidos varios derivados de un centenar de gente circulando por la casa, pues era en estos momentos de mayor ajetreo cuando la pequeñina aprovechaba para dormir, y lo hacía como una bendita. Al caer la noche y con ella el silencio, Alicia aprovechaba para dejar constancia a toda la familia que había una nueva persona en casa. Su llanto inconsolable reinaba en las noches tarraconenses, tanto fue así que un día sus abuelas, desesperadas por estar más de dos horas intentando apaciguar el berrinche de la pequeña y no ver recompensados sus esfuerzos sentenciaron que había que llevarla al hospital de urgencias. Así que Jandro, mi padre y yo nos dirigimos junto a la nena a ver al pediatra a la notable hora de las 2 de la madrugada. Tras un examen exahustivo el dictamen: "Cólico del lactante" es decir un problema muy común de dificil solución, así que a probar posturitas que calmaran a la nena, y masajitos, todo para poder liberar los gases. Lo más gracioso de todo es que resultó más provechoso el viaje de lo que a primera vista parecía, pues en los 20 minutos que hay de Santes Creus a Valls la nena se durmió por completo, así que aunque el médico a primera vista no nos solucionara mucho, pues Alicia seguía con sus problemas estomacales, el viaje si lo hizo para apaciguar nuestros tímpanos.

Al día siguiente visita a la farmacia a aprovisionarnos de todo lo necesario para que Alicia no siguiera sufriendo de esos terribles males que le acechaban, también conocidos como cólicos. Un biberón especial para que no trague más aire de la cuenta, según la farmaceútica ahora todos lleban tetinas especiales anticólicos, pero el que compramos resultó ser una gran mejora que se vió completada cuando mi tía nos habló de unas infusiones para bebés. Así que nueva visita a la farmacia y nueva compra, esta vez Blevit Digest un preparado de manzanilla e hinojo que resultó ser nuestro aliado en las noches. Por fin conseguíamos que Alicia durmiera tranquilamente después de las comidas.

Otro de los grandes aliados a la hora de dormir a Alicia ha sido el baño, tras caersele el cordón umbilical y esperar un día por si las moscas, el primer día en que Alicia entró en contacto con el agua fue algo traumático pues estaba con los problemas de los cólicos, pero tras superar su pequeño problema de gases el baño se ha convertido en algo de lo más relajante para ella.

Varios días más en Tarragona y tras la despedida de los abuelos asturianos estamos nuevamente en casa. Y siento haber tardado tanto en actualizar esto, pero cuando empecé este post Alicia contaba con 15 días y se me ha hecho homérica la tarea de finalizarlo, lo más gracioso es que a pesar de indicar sábado 25, esto lo he finalizado el lunes 27 a las 11 de la mañana. Así que disfrutar de las fotillos y espero coger un poco el truco para escribir más amenudo.

He nacido ya

El viernes notaba cosillas raras en el vientre de mi mami, demasiada agitación. Otras veces me habían hecho pruebas con ruidos extraños, y había sentido pequeños toques desde afuera, pero esta vez parecía algo más. Por la noche había ido un poco más abajo de lo normal, y me pregunté porque. Alguien o algo me decía desde afuera que en poco me verían. No me preocupé mucho, porque eso ya lo había oido antes, pero empecé a sospechar algo, por el tono. Me enchufaron lo mismo que todos los lunes, pero esta vez dos veces seguidas y la segunda muy larga, y ahí ya vi que algo raro había.

Dicho y hecho. Estaba tranquilísima y de repente vi una luz. Cerré los ojos, porque hasta ahora solo había visto pequeños y suaves destellos, pero aquello casi me deja ciega. Unas manos me agarraron y me separaron de mami, que por lo visto no se daba cuenta ni intentaba cogerme para que no se me llevaran. Mamiiiii ¿a dónde me llevan? Grito que me vuelvan a poner con mi mami pero nadie me hace caso. Por suerte, alguno de ellos me debió entender y me llevó junto con ella, pero no por dentro, sino por fuera, ya no oía su corazón, pero sí su respiración. Intenté abrir los ojos, pero no pude. Eso sí, sentí su calorcito y sus palabras.

Luego una enfermera muy fea me cogió y me movió para todos lados, y no me gustó. Empecé a patalear y a chillar para que me dejara, pero la señora no captaba las indirectas sutiles. Eché de menos a mi mami, pero enseguida me llevaron con papi. A papi solo le había oido un poco por fuera y había intentado seguir sus silbidos y caricias, pero ahora le sentí. Tiene menos pelo que yo pero es más grande y me cogió con sus brazos. Se notaba que era primerizo, así que me callé un poco los gritos, para darle confianza... que no se acostumbre, no sabe lo que le espera jeje.

Luego me cogió mi abuela, e hice lo mismo. Estaba muy nerviosa, así que igual también era primeriza, intenté no hacer mucho ruido. Luego me llevaron con mami otra vez, y con ella salí hacia otro sitio que no conocía. Cada vez veo lugares nuevos, y ya me acostumbro algo a la luz. He pasado dos días y dos noches con mami, papi, los abuelos, algunos primos y los bisabuelos. Todos me miran como si fuese a hacer la gracia del día y me hacen fotos. Son simpáticos, pero sobre todo quiero comer y dormir con mi mami. A mi papi le utilizo para que me cante nanas y me mezca un poco, ya le tengo dominado, va a ver este, en nada le pido un coche. A mi mami es más dificil dominarla, porque tiene dolores y no se deja, pero seguro que en cuatro días me la camelo también, jeje.

Bueno, ya estoy aquí. Mi papi me ha hecho una foto para que me veais la cara en pequeño y en grande... ¿a que soy guapilla? :-D

Ya tenemos día

El lunes, tras una larga mañana en maternidad la ginecóloga acabó de precisar que "harían conmigo". Tras desayunar, llegamos antes de la hora para hacernos la ecografía donde estimarían el peso fetal de la nena, primera parada. Overbooking en el ecógrafo, con mujer de urgencias incluída a la que su niño pequeño preguntaba "mama y ya te han dado al bebé". Lo gracioso del tema es que la mujer iba a hacerse su primera ecografía, vamos, que al pobre nene se le va a hacer un poco larga la llegada de su hermanit@. Cuando por fín nos toca como unos 45 minutos después de la hora señalada, mi madre se quedó fuera de la consulta con carita de "yo también quiero entrar". Así que Jandro y yo nos dirigimos hacia la camilla donde el médico me comenzó a hacer las preguntas de rutina, esas que parecen más en plan cotilla que no de información, aunque en el fondo lo sean. Tras tomar las medidas el resultado: Peso estimado 3,894 kilos (Percentil 96), por encima de 95 se considera macrosomía, o lo que es lo mismo que la nena esta gordeta. Así que con el resultado en mano nos dirigimos hacia monitores, a lo que la chica me comenta: "Te tocaba hace mucho rato" tras explicarle que había sobresaturación en ecografías, pasamos esta vez mi madre y yo a la sala de monitorización. Alicia dormida, me tomé un zumo, me pusieron la bocina y me movieron la barriga para despertarla y ella como quien oye llover.
A pesar de no haber nadie esperando para consulta al entrar en monitores, tras media hora, la sala de espera se había llenado, así que tocaba esperar nuevamente. Cuando porfín me tocó el turno, esta vez sí entramos los tres. Tras examinar la ecografía y los monitores la ginecóloga decidió explorarme. Tras hacerlo y ver como ella indicó "que estaba muy verde" consideró que la mejor opción que teníamos ante nosotros era programar una cesárea. Las razones: básicamente que al estar yo tan verde si me provocasen el parto bien podría pasar que éste se alargara dos días o más, y consideraba que era hacerme sufrir innecesareamente. Así que dada la alternativa de verme 50 horas seguidas en el hospital intentando expulsar al pequeño Alien o bien estar relajada en casa (y si llega antes bien, aunque ni Jandro ni yo así lo creamos) y el lunes ir tranquilamente a maternidad e ingresar tranquilamente y sin prisas, pues escogimos la segunda opción.
Así podría decirse que me han dado una semanita más de vacaciones, y si todo va bien, y no hay demoras en los quirofanos, el lunes que viene día 13 de Agosto nacerá Alicia. Ya estamos apuntando la fecha en todos los calendarios.

Hagan sus apuestas

Bueno, esta semana me ha costado coger el ordenador para ponerme a escribir las "nuevas" de los médicos. Aunque como venía anunciando, nuevas pocas. En primer lugar nos comentaron lo típico de "todo va bien, el azúcar perfecto, tensión bien, hasta la semana que viene" eso sí advirtiendonos que si notabamos cualquier cambio que fueramos a urgencias, que no lo pensaramos. Creo que eso no hacía falta decirlo, pero siempre esta bien recordarlo por si alguna prefiere morirse de dolor en casa antes que perder un par de horas en urgencias. Nos comentaron que a menos que Alicia decidiera nacer esta semana el lunes próximo me harían una nueva ecografía para estimar el peso de la nena y así decidir la vía del parto. Tal como suena. Traduciéndolo viene a ser: Si pesa más de 4 Kilos directamente te programamos cesarea, si pesa menos te induciremos el parto. O lo que más nos gustó a nosotros de esta información, o como se suele decir, lo que quisimos oir fue: Si esta semana no sale, la semana que viene la tenéis con vosotros.

Vamos tras estas grandes noticias, pues como comentan mis amigas dulces soy una de las pocas diabéticas que va a llevar a término el embarazo, nos planteamos como nuestros vecinos ingleses hacer apuestas sobre el nacimiento de la pequeña Alicia.

1.- El día de llegada:

• Opción A: a la nena le da por salir antes de llegar el lunes, esta opción hay quien la apoya, pero no muy convencidos, mucha gente me dice lo de "aún tienes la barriga muy alta".
• Opción B: Ingreso el mismo lunes y llegada de la nena, poco probable pues les encanta citar para otros días.
• Opción C: Ingreso el martes y llegada el mismo día, por lo que hemos podido comprobar esta es la teoría más apoyada.
• Opción D: Ingreso el martes y llegada de la nena el miércoles.
• Opción E: Poca gente cree en algo que no sean las anteriores, pero supongo que tocaría ninguna de las anteriores.

2.- Forma de llegada:

• Nacerá por via vaginal, la verdad es que la idea de estar 15 horas dilatando sea el inicio bien por Alicia, bien por la oxitocina asusta, aunque lo bueno es que tendría a mi querido Jandro a mi lado y una pronta recuperación.
• Nacerá por cesárea, en esta opción esta contemplada de forma segura si Alicia ha decidido sobrepasar los 4 kilos tal como nos apuntó la ginecóloga o bien si tras intentar la primera opción se estanca y los médicos deciden "no alargar la cosa".

Sea cuando sea, venga como venga, la semana que viene estará aquí. A pesar de Sandra tendré a mi pequeña Leo en mis brazos y un fabuloso bordado de punto de cruz para recordarle lo que sufrió su mami para traerla al mundo.... como nos gusta quejarnos xDDDD

Descansando que es gerundio

Ante una nueva visita en maternidad y un nuevo "Hasta la semana que viene" todo el mundo me aconseja caminar para que Alicia salga antes. Visto que los médicos quieren intentar que la nena salga por su cuenta, y visto que Alicia parece estar muy agusto en su pequeño rinconcito, no voy a ser yo quien la eche. Entre otras cosas porque aunque todos digan que el caminar es muy sano, que así acaba de encajarse la niña y que se acelera el parto, yo estoy tomando conciencia, o más bien mi cuerpo, que como me canse en demasía, cuando llegue la pequeña no sabré ni para que lado respirar.

¿Cómo me lo indica el cuerpo?

1.- No puedo caminar más de x minutos seguidos sin que mi "amiga" la ciática haga su aparición. Esto es, empezar a caminar y que al cabo de un rato esté con la risa tonta apretándome con la mano la parte baja de la espalda porque parece que se me fuera toda la fuerza por ahí.

2.- No puedo ponerme a leer más de x páginas seguidas o ver más de x minutos de televisión sin caer en el profundo de los sueños. Eso sí, también hay momentos como hoy que me dormía con el libro en la cara y después tras decidir cerrarlo y ponerme a dormir un rato, no había manera de conciliar el sueño.

3.- Tengo un hambre voraz, no sé bien si esto sería compatible o no con el andar... pero supongo que si ya tengo muchísima hambre sin andar como me ponga a hacer algo de ejercicio extra mi azúcar y mi hambre aún sería más voraz.

4.- Mis pies son patitas de bebé elefante, eso sí, por suerte esta semana tras algo de descanso parece haberse reducido a un bebé elefante recién nacido, vamos que mis pies comienzan a crecer en proporción a los pasos que doy.

5.- No me puedo alejar mucho de casa porque cada dos por tres estoy yendo al baño. De tanto que voy me da la sensación que llegará el momento que rompa aguas y piense que es un "pipi" más, espero que los indicativos sean mejores.

Bueno, creo que básicamente esos son los motivos por los que he decidido tomarme el fin de embarazo con mucha calma, eso sí, las ganas y nervios porque llegue el día D siguen muy presentes haga cosas por acelerar el proceso o no.

Estudiando la nueva cámara.

Hace cosa de un par de semanas mientras preparabamos las últimas cosillas para el hospital, se me ocurrió echar mano de la cámara de video para comprobar que la batería estuviera cargada, ya que últimamente no sé bien porqué se descargaba con mucha facilidad. Pues bien, parece ser que del uso que se le ha dado a la cámara, es decir, nada y menos, la óptica se ha estropeado haciendo imposible grabar nada que no parezca sacado del antiguo canal +. Primera consideración, llevarla a reparar, y aunque tardaría más de lo que estaría aquí Alicia, para el hospital le pediríamos la cámara a mi tía pues son prácticamente el mismo modelo. Así que llamamos al servicio técnico para pedir un presupuesto de lo que sería aproximadamente un cambio de óptica. La chica muy amablemente me indíca que sin ver la cámara no me puede informar, que han de verla los técnicos para saber el fallo que tiene y entonces darme el presupuesto de la reparación. Si no se acepta el presupuesto, sólo por hacertelo habrías de pagar 45 euros más el iva. Así que visto que la reparación empezaba a subir, y aún ni habían tocado la cámara decidimos comprar una nueva.

La cámara en cuestión es la de la fotito, una JVC de disco duro con 30 GB de memória, vamos una sencillita que sirva para hacer vídeos y pasarlas rápidamente al ordenador, así no se pierde tanto tiempo en edición y cambios de formato que es al fin y al cabo lo que más interesa. Para probarla hemos hecho un par de fotitos con la opición "cámara fotográfica" que aunque no está pensada para ello para salir del paso ya vale. Así que fotos actuales de la parejita.

Hasta la semana que viene

Después de estar varias semanas los médicos dando a entender que si el peso era correcto que no dejarían pasar a Alicia de la semana 37, ya que tenía bastante peso, y con los planes medio hechos para recibirla en esta semana, mi gozo se ha visto como dicen en un pozo. El día de ayer vino dado por la negatividad. Me desperté consciente de que aún no había llegado el momento, que muy grande tenía que estar Alicia para que llegaran a la determinación de sacarla antes de tiempo, y efectivamente, los médicos viendo los resultados de los monitores que eran correctos, el ecocardiograma, que estaba perfecto, nuestra nena tiene un corazón muy sanote, y la ecografía donde indicaba que Alicia tiene un peso aproximado de 3kg207 y un percentil de 94 todo seguiría como hasta ahora, a la espera que la nena decida salir.

Después de la rabieta inicial pues todas las esperanzas se veían algo frustradas, asentando las ideas veo que es lo mejor, Alicia llegará cuando toque, aunque queda algo de decepción ante los médicos que parece que no se aclaren ni ellos mismos. Aunque eso supongo que no es nada nuevo.

Ventajas de esta "nueva prórroga":

- No tendré que pedir día libre para la boda de mi primo, pues aún me cogería de baja maternal.

- Me queda más tiempo para acabar de preparar toda la casa para la llegada de la nena, que aún le queda un par de jornadas.

- Podré descansar, si no me pega demasiadas pataditas, para coger fuerzas para cuando llegue.

- Por último, pero no menos importante, como dice Jandro, me podré quejar a gusto para que me hagan mimines, que cuando llegue Alicia van a derivarlos XDDD.

De visita a Maternidad

El día de ayer estaba marcado por ser viernes 13, para mis padres será el día en que su pequeña les sacaba a rastras de un restaurante para ir corriendo a Maternidad. Mi madre estaba obsesionada con que me había puesto de parto. Tenía fuertes dolores, al ser primeriza aún no sé si sabría identificar las contracciones, sólo sabía que me dolía mucho el abdomen, en ningún momento pensé en que "el día hubiese llegado" aunque tampoco me importaba que fuera así, sólo quería saber porqué me encontraba tan mal que no había podido ni comer, ni dejar comer a mis padres. Alejandro como no se encontraba bien se quedó en casa y no vino con nosotros a comer, así que de todo esto se enteró cuando 2 horas después de llegar a Maternidad volvía a mi casa con todos los "controles" en regla.

Mi madre sólo hacía que decir: "¿Vamos a buscar a Alejandro?¿Vamos a buscar la bolsa?" y yo: "Mama tranquila, en el caso hipotético que estuviera de parto, que no lo creo, siendo primeriza nos da tiempo a que me llevéis, me empiecen a examinar y si me dicen que estoy de parto, vayáis a buscar a Jandro y la bolsa, así que tranquila y vamos a ver que es".

Hace cosa de dos o tres semanas me pasó lo mismo pero muchísimo menos intenso, un dolor abdominal que encima se acentuaba con el movimiento de la pequeña Alicia. Por suerte cuando llegamos no había nadie esperando en urgencias, me atendieron rápido y una enfermera me tomó los datos y me midió tensión, temperatura y me puso el aparato de monitorización, todo correcto, Alicia se movía mucho, latía su corazón con fuerza y no tenía contracciones. Todo bien, ¿entonces porque me dolía tanto?. Explicación rápida de la doctora: "La barriga empieza a pesar mucho y te hace presión contra el estómago, aún no estas de parto, pero si lo estuvieras todo iría bien, si te sigue doliendo tomate un paracetamol". Lo gracioso es que supongo que los nervios de estar sentada, no saber como ponerme y demás me acentuaron la sensación de dolor, mientras me monitorizaban estaba también que me subía por las paredes, fue cuando mientras esperaba a la doctora, que me medio incorporé y entró mi madre un ratito a hablar conmigo que se me calmó el dolor. Al final no tuve ni necesidad del paracetamol, pero al menos, mi madre se fue tranquila de fin de semana, si no ya la tenía todo el sábado y domingo colgada diciendo ¿pero seguro te encuentras bien?.

De comida familiar

Este domingo fuimos Alejandro y yo a disfrutar de una reunión familiar, esas ocasiones en que hace siglos que no ves a la mitad de los asistentes y a la otra mitad ni sabes quienes son. La cosa se agraba cuando a pesar de llegar los primeros, como falta más de una hora para que llegue el resto, marchas a tomar algo a algún lugar cercano. Consecuencia: cuando llegas ya están todos sentados y sólo quedan dos lugares separados, es decir mis padres en una punta y nosotros dos en otra. Yo me iba arrimando donde estaban mis primos directos, a los que no sólo conoces si no que estas harta de verles, más vale "malo conocido que bueno por conocer" y nos saltan: "Ahí van tus padres, vosotros poneros en aquella otra mesa", miro hacia donde me indican y ¿Quién es toda esa gente?. Haciendome la loca empezamos a hablar con mis primos hasta que un alma caritativa que estaba en la mesa nos dice, sentaos aquí con tus padres así estaréis más cómodos. La verdad, si a Alejandro ya le gustan poco estas reuniones si encima no tenemos a nadie al lado con quien hablar sin empezar por el tiempo, mal vamos.

Por suerte la prueba se superó gratamente, la peque se comportó a pesar del jaleo que había y que muchos vinieran a tocar la barriguilla diciendo... "uyy que poquito te queda". Eso sí por la noche, ni Alejandro ni yo eramos personas, agotados hasta decir basta y yo con las piernas en consecuencia hinchadas cual patitas de bebé elefante.

Preparando la llegada de Alicia

Se podría decir que ya hace tiempo que tenemos todo preparado para la llegada de nuestra pequeña, el cochecito, la cuna, el cuco, hasta cosas que sabemos que no usará hasta entrado unos meses, lo único que va quedando es lo que llamamos "las pijadas", cosas que sabemos que no se necesitan pero que te gusta tener. Ayer fuimos con mis padres al Toys'rus y nos hicimos con un móvil para cuna, para los que piensen ¿un móvil? es un aparatejo de esos que se ponen en la cuna con muñequitos colgando, con sonidos y este además lleva unas lucecitas que iluminan tenúemente la habitación. Ya lo tenemos instalado en el cuco, aunque parece que casi es más grande que lo que abultará Alicia queda bien. Vamos, ya está probado y todo, casi me quedo dormida con la músiquita mientras las maripositas luminosas daban vueltas por la habitación.

Ya que aún no podemos poner fotitos de la nena os pongo una foto del móvil, así me acostumbro a poner fotos XDDDD.

Alicia en proceso

A día de hoy Alicia aún no quiere asomar su carita, a pesar de haberla visto hace cosa de un mes a través de una ecografía en 4 dimensiones se hace largo el tiempo de espera. Aún quedan días para salir de cuentas, aún quedan días para que los médicos vean el peso fetal y decidan si esperar a que la pequeña salga por su cuenta o provocar el parto. Aún así, Alejandro y yo, sobretodo yo, estamos impacientes y para mitigar la espera hemos decidido crear este pequeño espacio para nuestra niña.

Espero que este sea el punto de encuentro y de información sobre Alicia, más que nada porque así nuestros amigos no nos recriminarán que hablemos siempre de lo mismo, quien no quiera ver nuestras babas con no acercarse a este pequeño charco bastará.

Un saludo a todos.

Para los que aún no hayáis visto el video de la ecografía ahí os lo dejo.